Os animo a que leáis el libro de Sergio Fernández, “Vivir sin jefe”, ya que ofrece muchas ideas interesantes para aquéllos que estamos pensando o hemos dado el paso de emprender.

Os resumo algunas ideas principales que me gustaría destacar:

Todos los seres humanos somos especialmente buenos en algo. Ese algo suele ser desarrollando una actividad que nos apasiona. Los seres humanos tenemos un gran potencial, que correctamente conducido nos permite lograr casi cualquier cosa que nos propongamos. Así que la fórmula es sencilla: si consigues trabajar en lo que te gusta y en lo que, por tanto, eres bueno, trabajar será una experiencia gratificante.

Hay que pensar en encontrar el valor añadido que podemos ofrecer como emprendedores. No se puede delegar o cancelar esta tarea. Es estratégica y no se puede dejar de hacer. Si no ofreces un valor añadido, si no tienes un algo que te diferencie y no lo comunicas de forma clara, en la práctica serás percibido como uno más entre el resto de personas que hacen lo mismo que tú.

También es importante superar la expectativa del cliente en cada trabajo. Una de las claves es generar confianza. Confianza es poder creer a una persona por completo y a la primera. Todos los humanos la buscamos porque nos facilita la vida enormemente.

Dos actividades críticas como emprendedor son: pensar y planificar estratégicamente. Es clave también acostumbrarse a convivir con la incertidumbre.

Además el emprendedor va a tener que poner en práctica sus habilidades comerciales:

1.- La capacidad de saber explicar qué hace o qué puede hacer: ser capaz de explicar de manera clara y resumida la actividad que realizas y el beneficio que puedes aportar.

2.- La capacidad de saber explicar de manera correcta el trabajo que vas a desarrollar, con una publicidad o presupuesto que sea entendible y agradable de leer.

3.- La capacidad de dar un precio sin que le tiemble la voz, sin dudar y sin dar explicaciones. Sin justificarlo, pero, eso sí, explicando lo que incluye.

4.- La capacidad de soportar el miedo al rechazo: hay que ejercitar el músculo para aceptar un “no”.

5.- La capacidad para entender lo que significa realmente vender. Vender es simplemente pararse a pensar qué puede necesitar la persona con la que está hablando y cruzar esa información con aquello que le puede ofrecer. Es un ejercicio de creatividad.

6.- La capacidad de entender que la venta de los emprendedores es normalmente un proceso en el que cada parte vende la siguiente. Normalmente es difícil vender en un primer contacto. Ese primer contacto nos lleva a una segunda conversación, se inicia el proceso y de ahí puede salir la venta.

7.- La capacidad de entender que suele ser más rentable fidelizar clientes que encontrar otros nuevos. De esta forma no hay que emplear tiempo en ganarse la confianza de unos clientes nuevos sino que se pueden utilizar esas horas en satisfacer a los que ya se tienen.

Me gusta la idea que expresa Sergio: el éxito va más allá del resultado. El éxito más allá del éxito es el de actuar con integridad y de acuerdo con mis valores. Y eso no depende de nadie. Yo tengo una garantía interior que me permite estar orgulloso de mí mismo porque me enorgullezco de mí mismo, no del resultado. Quiero comportarme de tal manera que, aunque pierda el partido, yo esté satisfecho. Ésta es una de las claves de la felicidad y del éxito.

Y tú, ¿quieres ser tu propio jefe?

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