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En el actual cambio de época en el que estamos inmersos se afianza cada vez más la figura del emprendedor en el plano profesional, ahora bien, ¿estamos preparados emocionalmente para lo que esto conlleva? ¿Qué cualidades tiene el buen emprendedor? ¿Qué nos enseña la figura de Leonardo Da Vinci como emprendedores?

El origen del término emprendedor y la cultura emprendedora

Quizás sería interesante comenzar por alinear criterios a la hora de hablar de “emprendimiento” y “emprendedor”.

Etimológicamente, el término emprendedor deriva de la voz castellana ”emprender”, que proviene del latín “coger” o “tomar”, aplicándose originalmente a los que entonces eran considerados aventureros, término que posteriormente pasó a tener connotaciones comerciales.

La cultura emprendedora es el conjunto de cualidades, conocimientos y habilidades necesarias que posee una persona, para gestionar un proyecto concreto o su rumbo profesional. Por tanto, la cultura emprendedora está ligada a la iniciativa y acción.

Ya en 1964 Peter Drucker consideraba que el emprendedor busca el cambio, responde a él y explota sus oportunidades. La innovación es una herramienta específica de un emprendedor, por tanto el emprendedor efectivo convierte una fuente en un recurso.

Cualidades del emprendedor Da Vinci

Considero que actualmente se hace cada vez más necesario convertirse en un “emprendedor Da Vinci”. En mi opinión, este “emprendedor Da Vinci” comparte con el gran genio renacentista estas cualidades:

Visión global del negocio

Tiene una visión global del negocio. Necesita tener un conocimiento general de todas las áreas de su empresa para poder coordinar a colaboradores y externos. El emprendedor tiene una visión global del proyecto, que le permite mantener asimismo el foco en su estrategia. Eso no quiere decir que sea un experto en todas las áreas que conlleva una empresa, pero sí que pueda conocer las ideas principales para entender mejor las implicaciones de las partes en el conjunto total.

Aprender de los errores

Persiste y aprende de sus errores. El tener una visión clara de lo que quiere conseguir le permite mantener la ilusión y la perseverancia necesarias para alcanzar los resultados propuestos. También es necesario que practique la resiliencia, entendida como la capacidad de sobreponerse a las dificultades que sin duda surgirán y de extraer el aprendizaje de esas situaciones. Es fundamental entender los resultados como experiencias, como aprendizajes, intentando evitar las etiquetas de “éxito” o “fracaso”, que pueden resultar frustrantes. Si se consideran los resultados siempre como un aprendizaje la presión disminuye y se puede disfrutar más con el proceso.

Gestiona la incertidumbre

Aprende a gestionar la incertidumbre. El convivir con situaciones de incertidumbre es a la vez, un reto y una gran oportunidad, ya que esa misma incertidumbre puede traer resultados mucho mejor de los esperados. Confía en sus capacidades y tiene seguridad en sí mismo y en su proyecto.

Creatividad e innovación

Es creativo, innovador, genera ideas con recursos limitados. Intenta ser proactivo y generar nuevas ideas o nuevas formas de utilizar los recursos limitados de los que dispone. Busca su valor diferenciador que le permita consolidar su marca personal, el valor añadido que puede ofrecer en su entorno y que hará de su proyecto algo memorable. Intenta estar a la última respecto a las novedades en su área de trabajo/sector y en otros sectores que puedan influirle. Mantiene una curiosidad y un afán permanentes de conocer e investigar para mejorar y aprender.

Buen comunicador

Es persuasivo y buen comunicador, busca mecenazgo para apoyar sus proyectos. Desarrolla su inteligencia emocional. Toma conciencia de la importancia de conocer y aprender sus propias emociones y de poder comprender las de los demás. Intenta fomentar esas competencias para poder establecer relaciones y sinergias con otras personas de forma que surjan relaciones de colaboración y sinergias basadas en relaciones ganar/ganar.

«Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan».

Leonardo da Vinci

Aprende de Leonardo Da Vinci los valores que cómo emprendedores tenemos que tener y desarrollar para ser un buen emprendedor, y potencia tus diferencias personales para destacar del resto. ¿Qué cualidades tienes cómo emprendedor? ¿Cuál crees que es más necesaria?

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