La marca personal es el conjunto de las cualidades o características con que se nos asocia a cada uno de nosotros y que aumenta (o reduce) el valor de nuestros servicios. Es decir, es el conjunto de impactos que hemos ido generando a lo largo de nuestra trayectoria profesional (y personal) y es el resultado de nuestras acciones y de las interacciones con los demás.

Por tanto, es interesante el tomar conciencia de cuál es nuestra marca personal, ya que se trata básicamente de la percepción que los demás tienen de nosotros. Todos tenemos una marca personal, tanto si queremos como si no. Es, además, la forma en la que vamos a diferenciarnos de los demás en un entorno como el actual, donde las relaciones interpersonales son cada vez más anónimas.

Cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, y tenemos un talento especial para sobresalir en un ámbito determinado. Es importante, por tanto, ser conscientes de nuestra marca personal y para ello empezaremos por analizar cuál es ese talento, identificarlo y decidir cuál es el sentido que queremos dar a nuestra trayectoria vital. A partir de ahí podremos trabajar en la comunicación coherente de nuestra marca personal.

¿Qué factores influyen en la construcción de mi marca personal?

• Mis valores, mi visión y mi misión. Mi marca es un reflejo de mis principios y mis motivaciones, (tanto a nivel profesional como personal).

¿Quién soy? ¿Cuál es mi propósito y mi misión profesional? ¿Cuáles son los valores y principios con los que me identifico? ¿Qué me gustaría conseguir con mi trabajo? ¿Para qué hago lo que hago? ¿Qué me motiva en mi vida personal?

• Mis habilidades y capacidades. Es una expresión constante de mis talentos, de aquello que me diferencia del resto y en lo que destaco. Es lo que hace que mi entorno me recuerde, con lo que me identifican y que me permite sobresalir en un entorno homogéneo y competitivo.

¿Qué se me da bien? ¿Cuáles de mis conocimientos y experiencias avalan mi misión? ¿Cuáles son mis fortalezas? ¿Cuáles son los proyectos que he realizado con los que más me he identificado? ¿Cuál ha sido mi contribución más importante en esos proyectos? ¿Qué experiencias personales refuerzan mi misión?

• Mi autenticidad, mi esencia. Es la coherencia entre lo que me apasiona y lo que se me da bien, esto hace que se genere una situación de confianza, que las personas de mi entorno perciben. Es en ese momento cuando consigo destacar como un referente en ese área, cuando la unión de la pasión y competencia me hace memorable en la mente de mis clientes.

¿Con qué actividad “fluyo”, es como si “el tiempo se detuviese”? ¿En qué soy especialmente bueno? ¿Qué me apasiona? ¿Qué es lo que más valoran mis clientes de mí? ¿Qué grado de coherencia demuestro entre mi faceta profesional y la personal? ¿Cómo genero confianza y credibilidad en las personas que me rodean?

A partir de esta identificación podemos establecer cómo queremos ser percibidos, definiendo nuestros objetivos y trabajando los planes de acción que nos propongamos para conseguirlos. Esto implica además comunicar claramente el valor añadido que ofrecer a nuestros clientes.

Seamos, por tanto, protagonistas en la construcción de la marca personal y de la huella que queramos dejar en nuestro entorno, tomando conciencia, identificando nuestro valor diferencial, consiguiendo que sea conocido y aumentando este valor a lo largo de nuestra vida.

Bibliografía recomendada:

• “Marca profesional”, de Irene Martínez.

• “Marca personal”, de Andrés Pérez Ortega.

• “The Brand You 50”, de Tom Peters.

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