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¿Cuáles son las claves fundamentales para el buen desarrollo de un proceso de coaching?

1. Generar un clima de confianza, que exista lo que se denomina rapport, (sintonía psicológia y emocional). Ésa es una de las tareas básicas del coach, conseguir ese ambiente de cooperación que facilite la comunicación y la seguridad. Para ello es importante que el coach garantice en todo momento al coachee la confidencialidad y que escuche empáticamente, sin enjuiciar.

2. Estar presente, en el “aquí y ahora”. El coach debe estar totalmente centrado en el coachee, en la conversación, en entender su “mapa mental”, cómo piensa y, sobre todo, cómo siente. El coach actúa como un “espejo” del coachee reflejando sus emociones.

3. Confiar en la capacidad del coachee, el coach sabe que el coachee es capaz de encontrar por sí mismo la solución a sus problemas. Sabe que él no va a darle las claves para solucionarlos, sino que va a acompañarle en el descubrimiento de esas soluciones, sabe que es competente y que puede lograrlo.

4. Cuestionar las creencias y pensamientos que limitan la potencialidad del coachee, desde la utilidad que tienen para él. El coach utilizará las preguntas poderosas, que invitan a la reflexión, al auto-análisis por parte del coachee, así como los silencios para acompasar la comunicación con esa reflexión.

5. Focalizarse en el proceso, el coach no se centra en el problema, sino en cómo lo está resolviendo el coachee, es decir, en la estructura mental para afrontarlo, creencias, principios, etc).

6. Facilitar el cambio, acompañar al coachee en la nueva perspectiva, en ese aprendizaje de nuevas creencias y acciones que le permitan alcanzar sus metas.

7. Pedir permiso y hacer propuestas, ya que el coachee es en todo momento el protagonista del proceso y el que decide lo que quiere hacer y cómo, es el coachee quien decide.

8. Retar al coachee a emprender planes de acción que le muevan a conseguir sus metas, a salir de su «zona de confort» y a ponerse en marcha para alcanzar sus objetivos.

9. Acordar compromisos, que el coachee quiera realizar, implicándose, en primer lugar consigo mismo, y además, con el coach, que realizará el seguimiento de esas acciones.

10. Revisar su trabajo: el coach al finalizar cada sesión se cuestionará cómo se ha comportado, cuál ha sido su esquema de actuación y que puede mejorar de cara a la siguiente sesión, comprometiéndose con su propio aprendizaje y mejora.

Bibliografía recomendada: “Coaching hoy: teoría general del coaching”, de Fernando Bayón.

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