La competencia de la prudencia es la capacidad de actuar o hablar con cuidado, de forma justa y adecuada, con reflexión, cautela y sensatez y con precaución para evitar posibles daños y dificultades a los demás, respetando los derechos, sentimientos y libertades de otras personas.
La persona prudente actúa con discreción respecto a lo que se le confía, protegiendo y salvaguardando información que por su propia naturaleza deba tratarse con cautela.
La prudencia: pensar antes de actuar
Las personas prudentes actúan por tanto de forma reflexiva, piensan antes de actuar y saben gestionar la información confidencial con celo y hermetismo. Inspiran confianza y utilizan los recursos necesarios para salvaguardar información delicada o crítica preservando que no se filtre, asegurándose de compartirla sólo con los destinatarios previamente identificados.
Nadie es perfecto: No nacemos perfectos, cada día nos desarrollamos en nuestra personalidad y en nuestra profesión… La persona completa –sabia en el hablar, prudente en sus actos- es admirada, Baltasar Gracián en “El arte de la Prudencia”
¿CÓMO PUEDO IR ENTRENANDO MI PRUDENCIA?
- La prudencia nos permite evaluar las consecuencias que nuestras palabras y actos tendrán en nuestros interlocutores. Por tanto, para ponerla en práctica, a partir de ahora, antes de contestar de forma impulsiva y reaccionar dejándote llevar por las emociones, reflexiona sobre las siguientes cuestiones: ¿Qué siente la persona que me está diciendo esto? ¿Cómo puedo mantener la serenidad y la calma antes de contestar llevado/a por el enfado o la rabia? ¿Esta reacción que estoy teniendo tiene que ver con mis prejuicios o asunciones previas sobre la persona o la situación?
- Cuando te encuentres en una situación de conflicto utiliza un lenguaje y tono que respete la dignidad de la persona. Discrepar en los temas es algo habitual y nos pone a prueba nuestra madurez emocional a la hora de expresarnos. En lugar de buscar justificarte, culpar a otros o avergonzar a alguien, desarrolla tu autocontrol y humildad para entender otros puntos de vista, y mantente dispuesto/a a encontrar soluciones.
- Cuando vayas a compartir información sobre una situación o sobre alguien piensa siempre en las características de esa información y cuál es su naturaleza. ¿Cuál es el grado de confidencialidad que crees necesario tener sobre esa información? ¿Con qué personas vas a compartir esa información? ¿Con qué detalle? Reflexiona antes siempre antes de comunicar la información para tratarla con la discreción y cautela necesaria que decidas que tiene.
- Recuerda a Sócrates, filósofo clásico griego y los tres filtros que, a su juicio, son las preguntas que toda persona se debe formular antes de decir algo. Los tres filtros de Sócrates son la verdad, la bondad y la utilidad.
La prudencia, según Sócrates
Cuentan que, en la antigua Grecia, un discípulo de Sócrates llegó muy alterado a la casa del filósofo.
– ¡Maestro! Quiero contarte algo sobre un amigo tuyo…
Sócrates lo interrumpió de inmediato:
– ¡Espera! Antes de que me hables sobre mi amigo, lo que me vas a decir debe pasar el examen del triple filtro.
– ¿El triple filtro? – preguntó el discípulo sin saber de qué le hablaba.
– Sí -respondió Sócrates. – ¿Estás absolutamente seguro de que lo que me vas a contar es verdad?
– Se lo oí decir a unos vecinos…
– ¿Entonces no sabes si es cierto o no? – le insistió el filósofo. El discípulo tuvo que admitir que no.
– ¿Y es algo bueno lo que me vas a decir de mi amigo?
– Al contrario, es negativo, y no te va a gustar…- dijo el discípulo.
– ¿Entonces deseas decirme algo malo sobre él que además no estás seguro de que sea cierto? – le replicó Sócrates.
El discípulo no supo qué responder.
– Y, por último, ¿me va a servir de algo lo que tienes que decirme?
El discípulo dudó, pero al final reconoció que, saberlo o no, en realidad no iba a resultar útil a Sócrates.
– Entonces, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno ni útil, ¿para qué querría saberlo? – concluyó el filósofo.
“Acuérdate de seguir desarrollando tu talento para alcanzar tu mejor versión”
Excelentes enseñanzas que se harán aún más sólidas llevándolas acabo agradezco su tiempo, para trasmitir este mensaje.
Muchas gracias por tu comentario, Carlos, un saludo!