Entrevista a Susana Roza, periodista, conferenciante y coach
Hoy quiero compartir con vosotros una entrevista a Susana Roza. He tenido el privilegio de disfrutar con la gran profesional y gran persona, Susana Roza. Durante muchos años Susana Roza casi ha formado parte de nuestras familias, ya que desde la pequeña pantalla nos ha ido informando sobre lo que pasaba en el mundo a través del telediario matinal de TVE, ¿la recuerdas?
Es una delicia conversar con esta experta en comunicación sobre las claves fundamentales que supone una comunicación eficiente y su influencia en el liderazgo. Espero que disfrutéis esta entrevista tanto como yo! 🙂
Susana Roza es periodista, formadora, coach ejecutivo y conferenciante. Comenzó su trayectoria periodística presentando el informativo diario de TVE en su ciudad natal, Oviedo. De allí se trasladó a Estados Unidos donde ejerció como redactora y presentadora en CBS Telenoticias desde Miami y en CNN en Español, en Atlanta.
Formó parte del equipo que recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, otorgado a CNN en 1997. Siete años después, volvió a Madrid para ser la cara del Telediario Matinal de TVE que se convirtió durante ocho años en el informativo líder en su franja horaria. En sus 23 años como presentadora de informativos acumuló más de 10.000 horas de televisión en directo.
En 2012 se trasladó a vivir a Río de Janeiro, Brasil. Desde 2016 vive en Madrid y dirige la empresa Mejor Dicho, dedicada a cursos de comunicación, formación de portavoces y presentación de eventos en español, inglés y portugués.
Os dejo ya con la entrevista a Susana Roza.
Entrevista a Susana Roza
P: ¿Qué papel crees que juega la comunicación en buen liderazgo?
R: La respuesta es prioritario. Para mí, como formadora en comunicación, ocupa un lugar prioritario, aunque también entiendo que depende del tipo de liderazgo. Un líder puede tener una fantástica planificación, una estrategia de diez, pero si no la sabe comunicar irá siempre solo. La base para convencer a los equipos es saber comunicar y hacer que ellos se suban al mismo barco en la misma dirección. ¿Cuál es uno de los obstáculos que nos encontramos en este país? Pues que nadie nos enseñó a comunicar bien. Pensamos que hablar mucho es comunicar bien y confundimos cantidad con calidad, (estoy generalizando un poco). También pensamos que la gente introvertida o tímida comunica mal, pero hay que recordar que todo comunica, no sólo las palabras, sino también los silencios. Lo importante es el conjunto. Para mí la formación en comunicación es esencial para un líder.
P: ¿Cuáles son entonces las claves para que el líder tenga una comunicación efectiva?
R: Para mí serían tres: la consistencia, la coherencia y la confianza. Para crear confianza tienes que ser coherente y consistente. Ser coherente es hacer lo que dices, (sino nunca te van a creer) y creer que tú eres un buen líder al que se debe seguir. Ser consistente, la comunicación debe ser fluida, (no sólo puede ser en la “copa de Navidad”), debe ser de forma regular, con las personas clave, debe ser una comunicación completa, (no sólo para pedir o dar instrucciones, sino que hay que comunicar el cómo, el para qué, el para cuándo. A mí me gusta un ejemplo que daba Marta Williams, que hablaba de una persona que quiere que le pinten la cocina y les dice a los pintores que la quiere tener pintada en tres horas. Al cabo de ese tiempo vuelve y se echa las manos a la cabeza, la cocina está terminada, pero pintada de un “amarillo pollo”. Y les dice, “pero, ¿cómo han pintado la cocina así? Y ellos responden: “usted nos dijo para cuándo la quería, pero no dijo nada del color”. Esto es básico para la comunicación, no sólo decir lo que para ti es importante, sino ponerte en el lugar del otro y pensar qué necesitas decirle que él pueda necesitar para entenderte. Es imprescindible la empatía en la comunicación.
Sigue la entrevista a Susana Roza
P: En algunos procesos de coaching ejecutivo ocurre a veces que nos dice el líder: “yo cuento toda la información, doy todos los detalles, pero luego no me entienden, no me hacen caso”… ¿Qué crees que falta en esa comunicación para tener el resultado que esperamos?
R: Claro, una cosa es cómo lo vas a contar y otra es que te entiendan y que te sigan. Si no hay confianza puedes contar lo que quieras, pero no te van a hacer caso. El primer paso es la empatía, qué es lo que ellos necesitan, (no lo que necesitan escuchar, sino lo que necesitan hacer para seguir creciendo y ahí entra en juego que vamos juntos en esto). No es sólo dar instrucciones, es un poco más. Es el hacer crecer a tus colaboradores. Tiene que ser un diálogo abierto, ver hasta qué punto la persona puede dar, qué necesita, qué le motiva, etc. no es lo mismo una comunicación grupal que de forma individual. Debe ser comunicación fluida en los dos sentidos.
Hay dos hechos que pueden obstaculizar en ese sentido la comunicación: los líderes que hablan desde el “cum laude”, sentando cátedra, y los que dan las instrucciones de lo que hay que hacer “se hace así porque lo digo yo”. Hay que pararse a pensar por qué no nos hacen caso, qué es lo que ocurre, cuál es el motivo de no conseguir motivarles al resultado. Hay que adaptarse a cada persona en la comunicación y esto es un trabajo de orfebre, no hay claves generales para todos iguales. Si tuviera que decir alguna clave es que recordemos que la gente no “lee mentes”, que no pueden entendernos sólo con mirarnos, que debemos dar detalles. Por otro lado, que la comunicación es diferente si es en grupo que si es uno a uno, hay que adaptar el estilo. Y después la consistencia. Y que la mejor forma de comunicar, a pesar de las redes y la tecnología es siempre cara a cara.
P: Algunas veces en las empresas parece que la información se guarda, existen todavía líderes reacios a compartir información por miedo, ¿qué opinas sobre la transparencia de la comunicación en las organizaciones?
R: Es cierto, hay información que no se puede dar, es comprensible. Hay que saber seleccionar la información que se puede compartir. Por ejemplo, cuando hago formación de portavoces y comentamos cuando se enfrentan a situaciones con periodistas. Por supuesto, no hay que compartir seguramente toda la información. Hay una parte que se necesita guardar. En las organizaciones hay informaciones que no es necesario compartir, (seguramente las menos, pero algunas es mejor no compartirlas). La información que sea problemática, difícil, la que te llevas a casa como líder y te deja sin dormir un par de noches, ésa es la que no es necesario compartir. Esa forma parte de su responsabilidad como líder, va incluido en su puesto y cobra por ello.
P: ¿Te refieres a que el líder debe encontrar el equilibrio entre la información que debe compartir y la que entra dentro de su responsabilidad y debe “sufrir” sólo él?
R: Sí, yo sí creo que debe diferenciar ese aspecto. Estoy pensando por ejemplo en el caso de una familia. Los padres no tienen que compartir absolutamente todo con los hijos. Si quieres dejar crecer y que se desarrollen debes pensar como padre qué priorizas como información sobre lo que necesitan saber para poder crecer.
P: ¿Qué papel juegan las emociones en la comunicación del líder?
R: Para mí un líder tiene que tener claro que sus emociones se ven, se ponga como se ponga. No se pueden esconder. Todos sabemos de forma inconsciente qué siente la persona que te está contando algo. Sabemos también de forma inconsciente normalmente si nos están mintiendo o si tienen miedo, o nos están intentando “vender” algo. Si no te lo cuentan con el corazón pierdes la confianza. Puedes dar un voto de confianza a ver qué pasa, pero de forma inconsciente sabes qué hay detrás. La primera vez nos lo pueden pasar, pero la segunda ya no. Hay que tener en cuenta que si el líder no se lo cree no puede convencer y ahí entran en juego sus emociones.
P: Susana Roza, ¿cómo conseguir que un mensaje sea memorable y además motive al equipo a la acción? ¿Qué hay que tener en cuenta?
R: Lo primero que debe hacer un líder para convencer y que le sigan es prepararse. Pensar y definir cómo va a ser el mensaje y cómo lo va a transmitir. Para mí es importante también poner datos, no sólo es algo que él dice, sino que lo contrasta con datos, demuestra con ejemplos, de forma visual o tangible, que no es sólo una opinión, sino que está contrastado. Esto no es algo que se improvisa, sino que tiene que estar preparado. Hay que estructurarlo, preparárselo. Por otro lado, el convencer es difícil. De las cinco emociones básicas, la alegría está basada en una función adaptativa, cómo los humanos desde el punto de vista animal buscamos ciertas emociones y las expresamos para adaptarnos al medio. Y la función adaptativa de la alegría es la afiliación. Es decir, cómo hago que el otro se una a mí, pareciendo pacífico y siendo alegre. Está estudiado que si yo soy alegre la gente va a querer unirse a mí. No quiere decir que el líder vaya con la pandereta todo el día, pero sí que al comunicar emplee un tono alegre, usando la emoción de la alegría. Es muchísimo más difícil que el líder consiga que le sigan con emociones de ira o de tristeza en sus mensajes. No significa querer fingir ser un jefe feliz todo el tiempo, porque eso tampoco es creíble, pero sí transmitir esa alegría que los demás van a percibir que se van a encontrar mejor si le siguen.
Susana Roza, ex presentadora de TVE y su trayectoria profesional actual
P: En los procesos de coaching ejecutivo que realizan los líderes para mejorar su comunicación, ¿cuáles son las dificultades principales que identifican y quieren superar?
R: Normalmente suele ser el miedo a contar más de la cuenta, o miedo al cómo, a no controlar los tiempos. Muchas veces es la dificultad a gestionar el tiempo en las comunicaciones o el no prepararse bien, el querer improvisar sin pensar cuál va a ser la estructura. El miedo suele ser falta de preparación. También surge por no haber tenido nunca esa formación. A veces ocurre que piensan que siempre lo han hecho de otra forma y el primer paso es tomar conciencia de que para tener resultados mejores hay que hacer cambios. Por otro lado, a veces como dificultad en el cómo encontramos el hablar muy deprisa. A veces me encuentro con líderes que han ido ganando en el escalafón de las organizaciones gracias a la rapidez, a conseguir de forma ágil resultados, tener objetivos claros, suele ser gente muy racional y que piensa rápido y resuelven de forma veloz situaciones y problemas y suelen ser personas que también hablan de forma acelerada. El problema es que piensan que los demás le tienen que seguir incluso en el habla. Por otro lado, si nos metemos en el mundo de las multinacionales, otra dificultad es el líder que piensa que en inglés no puede comunicarse siendo él mismo, que se pierde. Piensan que sienten que pierden poder, prestigio porque no sienten ser ellos mismos al comunicarse en inglés.
P: Muchísimas gracias Susana por estas interesantes reflexiones que nos has planteado, ¿qué querrías añadir sobre lo que hemos comentado?
R: Gracias a ti. Solo diría para acabar que es un placer ayudar a ejecutivos a hablar en público. Con algunas claves técnicas y tiempo de práctica conseguimos quitar miedos y hacer que hagan presentaciones brillantes y hasta las disfruten.
Y tú, ¿qué opinas sobre estas ideas en la entrevista a Susana Roza? ¿qué comentarios o reflexiones te gustaría compartir?