Cada persona tiene su forma específica y especial de captar lo que nos rodea. Al tener cinco sentidos es lógico que captemos al mundo con todos los sentidos, sin embargo alguno de estos sentidos domina y lo usamos con mayor frecuencia.

Por medio de las estructuras neurológicas y su forma de operar a través de los sentidos, (el aspecto lingüístico de nuestra comunicación) construimos nuestra realidad y con los programas mentales, que se refieren a las estrategias y secuencias internas que son elaborados por la mente al llevar a cabo una tarea.

Desde la perspectiva de programación neurolingüística se definen tres maneras de percibir al mundo: la visual, la auditiva y la cinestésica. Desde antes de nacer estamos percibiendo al mundo a través de nuestros sentidos y hasta la fecha seguimos percibiendo y aprendiendo a través de ellos. A estas maneras diferentes de ver el mundo les llamamos sistemas representacionales.

  • Los visuales no solamente los puede uno reconocer por su arreglo personal, sino que también cuando hablan suelen decir frases como: “a simple vista”, “está bien visto”, “un regalo para la vista”, “ya veremos”…
  • Los auditivos son personas con un nivel de energía más tranquilo, son personas más sedentarias, su arreglo es bueno y conservador, sin llamar la atención, su discurso es importante, cuidan mucho lo que dicen y por tanto les gusta leer para tener un buen manejo del lenguaje oral. A los auditivos les acompaña términos lingüísticos auditivos como por ejemplo: “inaudito”, “llamar la atención”, “oídos sordos” «palabra por palabra”…
  • Los cinestésicos son personas más relajadas. Estos suelen vestirse cómodos, la moda no les interesa, su energía es tranquila y hablan sin prisas, buscan su comodidad, gustan de los deportes y la buena comida, son personas muy sensibles. Los cinestésicos suelen usar expresiones sensoriales como: “es un bálsamo para el espíritu”, “camisa de once varas”, discusión acalorada”, “es un martirio”…

Normalmente nos sentimos más cómodos entendiendo y expresando el mundo en un sistema representacional determinado, aunque somos la combinación de todos ellos, en mayor o menor medida. El conocer nuestro sistema/s predominante/s (y el de nuestro coachee, en un proceso de coaching) es de importancia fundamental para poder entendernos y crear un clima de mayor sintonía y rapport.

4 comentarios

  1. La programación neurolingüística

    Existen personas e instituciones que utilizan la manipulación para sus propósitos individuales, que muchas veces juegan con necesidades y sentimientos de los individuos que van en busca de una solución a sus problemas y conflictos. Muchas veces lo que hace más vulnerable a las personas es la búsqueda de soluciones mágicas. En ese caso, compramos todo lo que nos ven, porque en realidad necesitamos comprar un sueño muchas veces sospechando que es irreal. Desconocemos, o no queremos reconocer, que todo cambio o llegada a la meta tiene un tiempo, un proceso que deberemos respetar. La buena noticia es que todos podemos ejercitar este proceso de discernimiento, disociandonos de la urgencia de encontrar respuestas inmediatas a nuestra necesidades.

    • Gracias por tu comentario y por tu reflexión, Rodrigo. Estoy de acuerdo contigo, los procesos de cambio no son inmediatos ni, en muchas ocasiones, «fáciles». Como dices, lo bueno es que esta «transformación interna» depende, en su mayor medida, de nosotros mismos, por lo que somos nosotros los que decidimos el plazo y el momento oportuno para ese cambio.

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