Mitos del Coaching Ejecutivo II
Siguiendo con la idea de «desmontar» mitos sobre el coaching ejecutivo que comenzamos en el anterior post me gustaría continuar aclarando algunas falsas ideas y conceptos erróneos respecto a los mitos del coaching ejecutivo.
Vuelvo a contar, en esta ocasión, con la colaboración de grandes profesionales del ejercicio del coaching ejecutivo. Me gustaría agradecer de nuevo a todos ellos su participación generosa para contribuir a aclarar conceptos en torno a esta profesión que nos une.
Mitos del coaching ejecutivo : segunda parte
Mito 1: Realizar un proceso de coaching es la solución antes de despedir a alguien
Marta Williams
Marta Williams, (CEO y fundadora de Williams and Associates y Master Coach Acreditado de Marshall Goldsmith), nos comparte la siguiente reflexión:
Confieso que aprendí la lección sobre esto de la forma más dura. Una empresa me pedía ser coach de alguien, y acepté. El caso no era fácil, pero íbamos bien, muy bien. Hasta un buen día me presenté para mi sesión con él, y me dijeron en Recepción: “Ya no trabaja aquí desde el lunes.”
Me di cuenta de que me habían elegido para poder decir que habían “hecho de todo – ¡hasta pagarle un Coach!” Pero la decisión de despedirle se había tomado mucho antes de empezar el proceso de coaching.
A partir de entonces aprendí a preguntar abiertamente a la empresa: “¿Están pensando en despedirle?” antes de tomar mi decisión. Si contestaban que sí, podía estar bastante segura de que el coaching era una coartada y una excusa para eventualmente despedir al coachee.
Juan Carlos Jiménez Remedios
Juan Carlos Jiménez Remedios, (Psicólogo, Coach y miembro del Comité Ejecutivo de Aecop Cataluña y Certificador en la Comisión de Acreditaciones Profesionales de Aecop), nos comenta: Cuando un conflicto, sea por los motivos que sean, ha evolucionado hasta el punto de plantear el despido de un empleado, resulta difícil que el coaching sea la solución.
A la parte «despedidora» en estos casos le conviene ser muy sincera consigo misma y tener muy claro que esa pretendida «solución» puede ser pan para hoy y hambre para mañana. ¿Está recurriendo al coaching como un paño caliente porque no se atreve a medidas más drásticas o traumáticas si éstas son realmente necesarias?
Y al coach que se vea ante una demanda de esta naturaleza (que muchas veces está enmascarada), le conviene ser muy cuidadoso y centrarse más a ayudar al cliente “contratador” en su discernimiento, que caer en el abordaje inmediato de sentarse con el coachee: ¿se está haciendo sin quererlo, cómplice de una maniobra de dudosa ética, arriesgándose a poner al coaching al servicio de intereses que no le son propios?
Mito 2: Tengo que tener las cosas claras para contratar a un coach
Nevena Vujosevic
Nevena Vujosevic, (Executive Coach, Business Strategist + Speaker), opina que, dado que los procesos de coaching todavía son bastante desconocidos en el mercado general, muchas personas y organizaciones se sienten presionados por el hecho de tener sus ideas, objetivos y necesidades claros, antes de empezar un proceso de coaching.
Pero esto debería ser totalmente al contrario, porque cualquier proceso de coaching, incluso a veces antes de empezar, debería aclarar y confirmar las circunstancias, objetivos y otros factores importantes para asegurar que el programa que se lanza, tanto con una persona como un equipo o una organización en su conjunto, sea realmente adecuado para conseguir resultados correctos y deseados.
De hecho, esto es un primer valor y beneficio clave de un proceso efectivo de coaching.
Factores inesperados
También, incluso si una persona u organización piensa que lo tiene todo claro, inevitablemente surgirán factores inesperados y hay muchas formas sencillas y bien diseñadas, cualitativas y cuantitativas, que nos ofrecerán conocimientos y aclaraciones importantes para asegurar que el programa de coaching propuesto, estará realmente diseñado para conseguir el éxito que se busca.
Una característica fundamental de un profesional sabio, tanto en coaching como en cualquier profesión, es tener la seguridad, capacidad y compromiso de buscar y averiguar las necesidades reales y por lo tanto, poder ofrecer soluciones realmente eficaces y positivas.
Mito 3: El Coach es un experto que te asesora y forma en lo que necesites mejorar
Enrique Fuentes
Enrique Fuentes, (experto en liderazgo y gestión del talento), nos comenta lo siguiente: Muchas personas creen que el coach es un experto en determinadas áreas y acuden a un proceso de coaching buscando soluciones, herramientas e información que les ayuden a solventar los retos y problemas de sus contextos sin saber que este proceso nada tiene que ver con el trasvase de conocimientos o aprendizajes del coach al coachee (cliente del coach).
En realidad el coaching es un proceso de acompañamiento donde el coach a través de las preguntas reta y hacer reflexionar al coachee para que sea él el que tome consciencia de algunos aspectos de su realidad y conecte con la responsabilidad de hacer todo aquello que está dejando de hacer para conseguir sus metas y objetivos.
Si lo que buscas son soluciones o herramientas es mejor realizar cursos de formación específicos o en todo caso pasar por un proceso de mentoring donde se combina formación, consejos y reflexiones con herramientas de coaching.
Jesús Martínez Bustos
Por su parte, Jesús Martínez Bustos, (Director Focus Inside y Presidente Aecop Cataluña), opina lo siguiente: quizás tenga que ver con la posible traducción del inglés del término “Coach” como “entrenador” o con la aparentemente imperiosa necesidad que parece tener nuestra sociedad de encontrar recetas simples, rápidas y eficaces a cualquier tipo de problemas, o con algún otro aspecto, pero lo cierto es que desde mi percepción, uno de los mitos más desacertados sobre la figura del coach es que es un experto que te asesora y te forma en aquellos aspectos que necesitas mejorar.
En mi experiencia profesional en el ejercicio del coaching que es de unos 15 años aproximadamente, he observado que paradójicamente, aquellos procesos que han aportado más valor para la persona que los ha recibido, han sido aquéllos en los que yo tenía un menor conocimiento de su ámbito de actividad.
Mirada coach
Tener un alto expertise sobre el ámbito del coachee puede hacernos caer en la tentación de intentar interpretar lo que el coachee nos dice, plantearle soluciones desde nuestro paradigma y sugerirle lo que debe hacer desde nuestra experiencia, aspectos que nos alejarían claramente de la “mirada coach”.
Un aspecto muy diferente es la importancia que algunos directivos pueden atribuir a que su Executive Coach haya tenido experiencia directiva, pero ése es un aspecto de otra índole.
Mito 4: Es interesante dar feedback a la empresa sobre la evolución de la persona que está realizando el proceso de coaching
Marta Williams
Marta Williams, (CEO y fundadora de Williams and Associates y Master Coach Acreditado de Marshall Goldsmith) comenta que muchas empresas piden algo por escrito durante o al final de un proceso de coaching.
En mi opinión, entregar algo escrito o verbal sobre el proceso está claramente en contra de la ética del coaching en casi todos los casos. Si trabajas como Coach profesional tienes que seguir importantes códigos de comportamiento.
Uno de los más importantes es la confidencialidad del proceso. La relación entre Coach y Coachee es compleja y a veces muy profunda. La confidencialidad es la base, ya que cada individuo tiene el derecho a la privacidad. Dicha confidencialidad es también la base de la confianza entre los dos. La confianza es frágil, y una vez rota es difícil, o incluso imposible, reconstruir.
Si me piden algo por escrito o verbal sobre el coachee, contesto que no es posible. Si quieren saber algo sobre el desarrollo del proceso de coaching, deben preguntar al coachee, no al coach.
Conclusión mitos del coaching ejecutivo II
Y tú, ¿qué comentarios o reflexiones te gustaría hacernos llegar en relación con estas ideas?